Sin importar si eres community manager o administras tus propias cuentas, hay 3 cosas que estarás de acuerdo que nos causan terror.
Los cambios de algoritmo de Facebook
Que si le dan preferencia a los posts de tus amigos, que si le dan preferencia a las páginas con las que más interactuas, o como ahora; la preferencia va a contenidos de amigos y las páginas de negocios se van a un lugar secundario y apartado de tu vista.
Cada cambio en el algoritmo de Facebook, Instagram, Google, YouTube, Twitter o cualquiera de sus políticas hace que millones de usuarios y gestores de cuentas tengamos micro-infartos temporales. El segundo paso es la maravillosa pregunta: “¿Y ahora qué hago?”
Y ahí es donde estas plataformas en su infinita sabiduría nos hacen crecer y convertirnos en gente más creativa, más innovadora, participativa, etcétera. Y por supuesto, también absorben más de nuestro tiempo y energía intentando encontrar opciones para que el poder del algoritmo nos ayude a mantener el enganche y crecimiento de nuestras cuentas.
Que nuestro target para una pauta en Facebook o Google esté equivocado
Aún cuando no todos quienes estamos en este rubro seamos expertos en Marketing y segmentación (o quizás debería decir aún cuando lo seamos) la volatilidad con la que la segmentación de nuestras campañas cambia es impresionante. Cada vez buscamos características más específicas. Hacemos sesiones de autorreflexión y casi canalización para entender a nuestro “Cliente ideal” o “usuario promedio”. Intentamos amplio espectro, comunidades similares a nuestros clientes previos, comunidades objetivo para el dueño de la empresa o director de marketing y a veces hasta por “corazonada” e intuición. Al final del día con toda la fe del mundo asignamos el presupuesto, generamos el arte A y B (porque hasta eso puede variar en resultados) y nos encomendamos al o poderoso Dios del mercado para activar la campaña.
Todo esto para encontrarte que un click te costó la mitad del presupuesto, que los likes que conseguiste fueron en Tailandia y Rusia, y que realmente no redituó en ventas que es lo que realmente quieres lograr.
Un post sin interacción (sobre todo cuando era una encuesta, trivia o buscabas participación).
Nada más temido que esa imagen desértica y el sonido de los grillos en el fondo cuando tras horas de tu post absolutamente NADIE se ha paseado por ahí. Checas si lo publicaste, notas que N personas lo han visto y nadie ha dicho nada. Quizás si te fue bien, lograste el like automático de algún descuidado al que se le fue el dedo cuando movía el scroll de la pantalla del móvil. Y tu encuesta, post, video, o campaña que incitaba a la interacción con tu público pasó sin pena ni gloria.
Entonces entras en el maravilloso momento en que quieres pensar que todo ese tiempo no fue un desperdicio. ¿Lo editas? ¿Fue el copy? ¿Fue la imagen que usaste? Le das un segundo aire al post. ¿Quizás sólo fue mala hora para subirlo? ¿Si lo intentas por la tarde? El post de las 7 que siempre jala…
Así celebramos este día de muertos en que las almas de los community managers y administradores de cuentas digitales, enfrentando esos horrores digitales que de pronto se nos atraviesan y nos vuelven un poco locos.