WhatsApp es el sueño o pesadilla de todos sus usuarios, principalmente gracias al constante flujo de notificaciones e incorporaciones a grupos. Aquí te comparto 5 reglas básicas para que no enloquezcas con la actividad de tu Whats.
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RESPETA LA RAZÓN DE SER DEL GRUPO.
Establece desde un inicio la razón de ser del grupo. ¿Cuál es su objetivo? Si eres moderador, es tu labor recordar a los participantes y limitar su participación cuando la razón del grupo se desvirtúa.
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NO CONVERSACIONES DIRECTAS.
Si hay puntos a tratar o aclarar entre dos personas en el grupo, pueden verlo directamente entre ellos. Normalmente hay gente que decide generar conversaciones con una sola persona dentro del grupo porque “no tiene su número”. Lo único que tienen qué hacer es agregar el contacto a partir del grupo; pero si eres el administrador del grupo, puedes agilizar el proceso y enviarles el contacto directo de la persona con quien quieren platicar.
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DESACTIVA NOTIFICACIONES DE SONIDO
¿Pero cómo voy saber si me estoy perdiendo de algo importante? Muy sencillo, si es algo importante, tú deberías estar monitoreando ese grupo, de manera recurrente y sí verás las notificaciones simplemente tu teléfono no sonará cada cinco minutos. ¿Y qué pasa con los mensajes directos? Lo mismo, seguramente si es importante estarás pendiente y comunicado, y de ser urgente habrá alguna otra manera en que ese contacto te pueda encontrar, como por ejemplo una tradicional llamada telefónica.
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GRUPOS LIMITADOS
Gran parte de la problemática de los grupos de WhatsApp es que estamos agregando a gran número de personas en una plataforma increíblemente cercana. Si mantienes el objetivo del grupo claro, el número de participantes también debe limitarse. Los grupos con más de 30 personas en ellos tienden a tener un exceso de actividad.
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RESPUESTAS LIMITADAS
¿Por qué se hacen tan improductivos y molestos los grupos de WhatsApp? Si a cada comentario salen más de 30 respuestas de “sí”, “de acuerdo”, o “recibido”, entonces se pierde el tren de la conversación y la interacción real entre usuarios. WhatsApp es un servicio de mensajería no es un foro de discusión. No se mantienen todas las respuestas a un comentario principal, como sí puede hacerse en Facebook o Twitter. Después de algunas interacciones se pierde siquiera de qué estaban hablando en un principio. Responde sólo cuando te es solicitada tu respuesta u opinión, de lo contrario, limita tu participación a observar los mensajes.
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SÉ SELECTIVO
WhatsApp se presta para compartir muchos contenidos sin conocer su origen o contenidos. Antes de compartir un archivo aplica la regla básica. ¿VALE LA PENA? ¿Qué aporta lo que estás compartiendo? ¿Nadie lo envió antes? ¿Es relevante para los miembros y la razón de ser del grupo? ¿Conoces su origen? No sólo se trata de videos con información sobre la salud, política o sucesos internacionales que no son atribuibles a un autor claramente. También hay otro filtro importante. ¿Qué aporta que le mandes a todos tus contactos el tradicional video de “Buenos Días”, “Buenas Noches”, o “Comparte esto para que siempre tengas abundancia”? Recuerda que entre tus contactos hay gente en el ámbito profesional y siempre será mejor un saludo personal o un contenido relevante que saber que simplemente te están compartiendo contenidos genéricos.
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